Hormigas
Las hormigas constituyen uno de los principales grupos de insectos sociales, los que se caracterizan por presentar individuos adultos que cooperan en la construcción del nido y el cuidado de la progenie, dividiendo la labor reproductiva, con individuos estériles que trabajan a favor de la fecundidad del nido, y sobre-posición de generaciones, las cuáles son capaces de contribuir a las tareas de la colonia.
Las colonias se encuentran constituidas por tres castas de sexo femenino; las obreras (responsables de la alimentación, construcción de hormigueros y cuidado de las larvas), soldados (funciones de defensa del hormiguero) y reinas (de función reproductiva). Del mismo modo, existe una casta conformada por machos, cuya función es la cópula durante el vuelo nupcial de la reina.
La dieta de las hormigas es omnívora, disponiendo de cualquier tipo de alimento. Sin embargo, existe en las obreras una predilección por el consumo de hidratos de carbono desde donde obtienen su energía, mientras que en el caso de las larvas y de las reinas, la alimentación se basa principalmente en alimentos proteínicos necesarios para desarrollarse y oviponer. Por lo general, las proteínas son obtenidas desde insectos, larvas de otras especies, otros artrópodos y en general cualquier fuente de nutrientes incluido la carroña de mamíferos y aves.
La proporción de proteínas en la dieta varía notablemente la composición de la prole. Rebasando cierto umbral, las colonias generan una descendencia con proporcionalmente más machos y más reinas, y la prole es de un tamaño mayor. El 99 % de la comida que ingresa a los hormigueros lo hace en forma líquida.
Como en todos los insectos, la temperatura juega un papel importante en los hábitos y en el ciclo de las hormigas. Por lo general la hormiga argentina no se adapta bien a las bajas temperaturas, iniciándose las tareas de forrajeo cuando se alcanzan temperaturas de 15 ºC. Las larvas no se desarrollan a temperaturas inferiores de 13,5 ºC y las hembras no ponen sus huevos con temperaturas menores de 20 ºC. Esta razón demuestra la inactividad que tiene la hormiga argentina entre los meses de abril a septiembre.
Diferentes estudios han demostrado que temperaturas de 46 ºC o más, producen un 100 % de mortalidad, pero paradojalmente, se mantienen muy activas en temperaturas cercanas a este valor (41 a 43 ºC).
Las hormigas se caracterizan por ser bastante territoriales frente a otras especies (competencia inter específica) así como ante otros nidos de su misma especie (competencia intra específica). La forma de reconocimiento es doble. Primero a través de feromonas, que son las mismas con las que señalan un alimento, así como también con pequeños golpecitos de sus antenas, en un proceso que se conoce como “antenación”.
Ciclo biológico
La hormiga argentina posee un ciclo biológico completo, vale decir, es posible determinar la presencia de huevos, larvas, pupas y adultos que se encuentran divididos en castas. Los huevos son de color blanco traslúcido, de forma elíptica. Dependiendo de las condiciones ambientales, demoran entre 12 días y dos meses en eclosionar, pasando al siguiente estadio que es el de larva. Esta segunda etapa en la fase de desarrollo biológico de la hormiga puede demorar entre 11 y 60 días en ser completada. Posteriormente ocurre el período pupal que puede extenderse entre 10 días y un mes. El tiempo promedio del ciclo completo es de 74 días, demorando entre uno y cuatro a cinco meses en completarse.
Daño
Es una de las plagas más persistentes especialmente durante los meses de más calor en el verano. En el invierno inmediatamente después de una lluvia aparecen a invadir las casas buscando protección del agua.
El insecto no posee aguijón y no pica, sin embargo puede morder ocasionando trastornos alérgicos sobre todo en niños.
Al encontrarse asociada a otro insecto favorece el desarrollo de plagas sobre todo en árboles frutales (cítricos).
Otras hormigas