No acercarse a nidos de avispas o panales de abejas, ya que suelen picar al sentirse amenazadas.
En caso de que el insecto se pose sobre una persona, lo más aconsejable es permanecer quieto o moverse lentamente hasta que se vaya por sí mismo, y en ningún caso intentar ahuyentarlo o matarlo.
Si se toman bebidas azucaradas, es necesario prestar atención a que no haya una avispa o abeja en el borde del vaso o sobrevolando la zona.
Evitar ir descalzo en piscinas o campos con flores, y sacudir muy bien la ropa que se haya dejado en el suelo antes de volver a ponerla.
No es aconsejable llevar ropa llamativa, ya que estos insectos tienen predilección por los colores intensos. De la misma forma, también prefieren los olores fuertes, por lo que tampoco conviene utilizar perfumes.
Los choques contra avispas o abejas pueden tener como resultado una picadura. Por tanto, hay que procurar no correr o montar en bici en lugares donde haya muchas flores, y evitar así la posible colisión.
No meter las manos en agujeros del suelo, ya que se podría tratar de nidos las avispas.
En las comidas al aire libre, se deben mantener los envases de basura cerrados.
Cuando una avispa pica, además de conservar su aguijón y seguir viva, libera feromonas que atraen a más miembros de la colonia, por lo que es aconsejable abandonar el lugar donde se ha producido la picadura.
Qué hacer tras una picadura de avispa o abeja
Aplicar hielo en la zona o un paño humedecido.
No aplicar barro ya que, si bien disminuye el tamaño de la picadura, también se puede infectar.
Si la picadura es de abeja, el aguijón debe extraerlo el especialista. Si no se hace correctamente, existe el peligro de introducir más veneno en el organismo o de extender la picadura.
Administrar antihistamínicos para reducir el picor, o antiinflamatorios para disminuir el dolor y la inflamación. Si el especialista así lo aconseja, también se puede recurrir a corticoides orales o tópicos.